viernes, 18 de septiembre de 2015

Entrevista a Francisco Ilustrado

El pasado lunes CC entrevistó al filósofo y activista Francisco Ilustrado. El pensador y profesor de la Universidad de Estudios Independientes Sofos es conocido por su activismo en favor de los derechos de los animales así como por su actividad en el terreno educativo, elemento fundamental y piedra angular de todo su pensamiento ético y político. Su próximo libro, “Avanzar avanzamos, la cuestión es adónde”, saldrá a la venta el próximo mes de diciembre y estará disponible en la editorial Nuovo.

CC: ¿Qué espera de su nuevo libro?

FI: Espero muchas cosas naturalmente (se ríe). A decir verdad espero que se vendan muchos ejemplares. No porque signifique ganar más dinero sino porque creo realmente que es importante que la gente lo lea. Creo que tengo cosas importantes, además de interesantes, que decir y en este libro cuento algunas de ellas. 

CC: El título del libro es “Avanzar avanzamos, la cuestión es adónde” ¿Adónde cree usted que estamos yendo? ¿Cree que el mundo es un lugar mejor ahora que antes?

FI: Bueno ésa es la principal pregunta que trato de responder en el libro y el hilo argumental de todo el texto. Me vas a permitir que te conteste al revés de como me has formulado las preguntas. ¿Creo firmemente que el mundo es un lugar mejor ahora que antes? la respuesta es un sí rotundo. Eso no significa naturalmente que no queden muchas cosas por hacer y que todavía haya muchos peligros que solucionar, y es que cuando nos referimos a si el mundo es un lugar mejor ahora que antes, al menos yo, entiendo que lo que se me pregunta es si el planeta es más seguro ahora que antes. Me explico. Hace apenas cincuenta años vivíamos amenazados por el holocausto nuclear de la Guerra Fría, hoy el mundo se enfrenta a unas dificultades terribles. Me viene a la cabeza la situación en Siria con los refugiados y la crisis en Europa que se enfrenta a la cuestión de qué hacer con ellos y cómo acogerlos. Vemos como hay todavía situaciones gravísimas que nos pueden hacer dudar, y con razón, de que el mundo sea un lugar más seguro que antes. Sin embargo por suerte la amenaza nuclear no se cierne sobre nuestras cabezas como décadas atrás. Quizás parezca poco pero es un avance. Es por eso que creo que el mundo es un lugar mejor ahora que antes. Respecto a tu otra pregunta ¿adónde estamos yendo?, bueno, creo que efectivamente vamos a un mundo mejor. Vemos como la conciencia humana cada vez es mayor que en siglos pasados. Por continuar con el ejemplo de los refugiados, hace siglos hubiera sido impensable que se acogiera a esas personas como se está haciendo ahora. Antes la idea de “nación” ocupaba la mente de las personas y esta idea era tan fuerte que era capaz de superar incluso la idea de “humanidad”. Por suerte esto está cambiando y el concepto de nación cada vez está más diluido. Hoy en día la nación se asocia a una población con unas características propias naturalmente, sin embargo cada vez es más normal que se entienda simplemente como una “región administrativa”, nada más. 

CC: ¿Entonces piensa que en el futuro no habrá países?

FI: No, yo no he dicho eso. Lo que quiero decir es que las identidades que podríamos llamar autóctonas, el concepto de nacionalismo tal y como se entiende en Europa a partir del siglo XIX hasta hoy en día lentamente desaparecerá en aras en una cultura universal y cosmopolita, que esté por encima de identidades, religiones, historias, pueblos e idiomas. 

CC: Usted es un firme defensor de los derechos de los animales. En relación a lo que acaba de explicar, ¿cree que en el España la cultura taurina desaparecerá?

FI: Efectivamente soy un firme defensor de los derechos de los animales, pero no sólo de los derechos de los animales, también de los derechos del ser humano. Se podría decir que estoy a favor de evitar cualquier forma de sufrimiento a cualquier ser sintiente en la medida de lo posible. La cultura taurina en nuestro país está fuertemente arraigada, no sólo en “la fiesta” sino en diversas formas de festividades locales que están de un modo u otro vinculados al toro y en todas ellas se lleva al animal a la muerte tras una agonía. Esto no tiene cabida en una sociedad racional, los movimientos antitaurinos, o mejor dicho proanimalistas, tienen cada vez mayor presencia y mayor impacto en el imaginario colectivo. Finalmente la cultura taurina desaparecerá. 

CC: ¿Pero entonces qué pasa con la cultura española, qué le diría a los que consideran el toreo un arte?

FI: A la cultura española no le pasará nada, simplemente cambiará, no tengo ni idea de cómo lo hará pero lo hará. Hace siglos la vinculación entre Iglesia y Estado en España era parte de su cultura, estaba implícito en lo que podríamos llamar el ADN español y sin embargo hoy ya no es así, la separación entre el poder político y el religioso es un hecho claro y nadie se escandaliza por ese cambio de la “cultura española”. Quizás surja una nueva forma de “toreo” en el que se “juegue” con el animal pero sin torturarlo y después matarlo. Respecto a la otra parte de la pregunta, cuando me plantea la cuestión de qué les diría a aquellos que consideran el toreo un arte. Mire la cuestión no es si el toreo es un arte o no, ésa no es mi discusión. Arte viene del latín “ars” y significa “técnica”, cuando decimos que algo es un arte, en el sentido más amplio de la palabra, lo que estamos diciendo es que existe una técnica para realizarlo correctamente y que, cuando se realiza de esa manera, tiene belleza. Yo no voy a discutir si el toreo es un arte o no, en cuanto a técnica sin duda la tiene, e incluso puede llegar a entenderse de una manera bella si tenemos en cuenta el movimiento y la tensión que existe en su ejecución. Sin embargo, como le decía la cuestión no es si es arte o no es arte, si es cultura o si no lo es, la cuestión es si es moralmente aceptable o no. ¿Debemos aceptar la tortura y el sacrificio de un animal por mero divertimento o por el contrario debemos ser contrarios a ello? Yo no tengo duda de que por mucho arte y por mucha cultura o tradición que haya detrás no hay justificación moral que legitime llevarlo a cabo. 

CC: ¿Está a favor de prohibir los festejos taurinos?

FI: Es una pregunta interesante y creo realmente que usted ya sabe mi posicionamiento al respecto (Francisco se ríe y se echa hacia atrás en el sillón). Mire yo soy un firme defensor de la educación como motor del cambio. Entre mis colegas activistas y animalistas a veces no se entiende bien mi postura cuando les digo que yo estoy en contra de prohibir “la fiesta”. Creo que es un problema generacional. Si analizamos el caso con perspectiva vemos como, poco a poco, los detractores del toreo van aumentando sin que se haya prohibido. Creo firmemente que la solución llegará cuando la inmensa mayoría de la sociedad se conciencie de la situación. Sin embargo para ello debe pasar tiempo. Hace 50 años nadie sabía en España lo que era la ecología y hoy en día todo el mundo tiene, al menos en parte, una idea más o menos acertada de lo que es. No se trata de modas, se trata de evolución. El ideario español debe evolucionar lo suficiente como para que la sociedad no demande corridas de toros, sólo entonces se terminará con tanto sufrimiento. Si por el contrario se prohibieran los festejos taurinos, desde mi punto de vista, lo único que se conseguiría sería convertir en mártires a sus defensores y eso enquistaría el problema prolongándolo en el tiempo de manera indefectible.